Consejos para combatir el síndrome postvacacional
Las vacaciones, por largas que sean, nunca son suficientes. “Ni me he enterado” o “Parece que me fui ayer” son algunas de las frases más repetidas al regresar a la oficina, siempre acompañadas con un gesto que no refleja la alegría de volver al trabajo, sí la angustia del largo camino hasta que lleguen las próximas.
El estrés de volver a tener que hacer frente a las exigencias de la empresa, a la presión del jefe, a movimientos en el organigrama y a volver a manejar las relaciones con los compañeros produce en algunas personas inseguridad.